El Chanal es un pueblo que se encuentra a 4 km al norte de la ciudad de Colima, por un camino empedrado, aquí se encuentra el yacimiento arqueológico probablemente más grande del estado de Colima (más de 50 hectáreas)
En 1945 Vladimiro Rosado Ojeda, arqueólogo mexicano, descubrió a las afueras del poblado un Osario, una Plataforma y una Pirámide que muestran imágenes de los dioses Tláloc (Dios de la Lluvia) y Ehécatl (Dios del viento) Estudios posteriores demuestran que tuvo su mayor esplendor entre el año 1100 y 1400 después de Cristo, es decir, en el Período Posclásico (última etapa del desarrollo independiente de la civilización mesoamericana)
El Chanal constituye un fenómeno de suma importancia. Sus características casi urbanas y la indudable organización social que permitió su surgimiento y esplendor pueden ser observadas a partir de esta pequeña área explorada. La identidad del pueblo que lo habitó es todavía una incógnita. Sabemos de su indudable filiación náhuatl gracias a causa del sello impreso en su cultura material, representando a deidades como Tláloc y Ehécatl.
Arquitectónicamente, en El Chanal existe el manejo del concepto de doble templo, palacios con pórticos, recintos ceremoniales con juego de pelota, banqueta-altar y altar-plataforma. La ceramica obtenida en sus recintos, nos indica, a su vez, la masiva utilización de braceros y sahumerios. Algunos ejemplares policromos recrean los atributos divinos que se observan en los relieves de piedra que han hecho algo famoso al sitio. Futuras exploraciones contestarán las múltiples preguntas que surgen al vislumbrar la solemnidad y majestuosidad que rodeaban los espacios ceremoniales. El estudio de su vida diaria, aquella que transcurría en los barrios y en los patios comunitarios, nos revelará, a su vez, los aconteceres que construyeron la grandeza de su pueblo.
Plaza del Día y de la Noche
La acusada religiosidad de los pobladores del Chanal se hace presente en sus magníficos espacios rituales y ceremoniales. En ellos existen dos elementos imprescindibles: Los templos, que representarán por estos grupos indígenas de occidente de México, como la morada de los dioses en la tierra; y las plazas, que serán simplemente los espacios de congregación de las masas de fieles. Algunos templos tenían un carácter público y se llegaba a ellos por medio de amplios accesos. Otros, en cambio, contaban con entradas restringidas a las que sólo podían ingresar las autoridades religiosas y civiles. Una manera de describir y conocer su uso es observar el tipo de materiales que se utilizaron de forma asociada a los templos. En relación con esta amplia plataforma que contaba en su parte superior con dos recintos de madera y techados con materiales perecederos, se pudo conocer el empleo de sahumerios con mangos e incensarios de tamaño pequeño. Es muy probable, por tanto, que el lugar haya sido muy visitado con el fin de quemar inciensos olorosos como el copal, y rendir homenajes individuales y sencillos a los dioses.
Juego de Pelota en El Chanal
La presencia de una cancha de juego de pelota al sur de la zona arqueológica como parte del espacio ceremonial nos indica que éste se encontraba fuertemente arraigado en la imagen religiosa del pueblo. El sentido cósmico del pueblo permitía que en la cancha culminaran batallas en las que contendían las deidades que se enfrentaban día tras día y permitían el reinado del día y de la noche, por ello la construcción al centro de la construcción de la Plaza del Tiempo, que engloba en la parte del noreste a la Plaza del día y de la noche y en el noreste a la Plaza del Agua. Así, el patrono del Juego de la Pelota era Xólotl, deidad que acompañaba al sol en su paso por el inframundo y anunciaba por medio de Venus “La estrella de la mañana” su triunfo sobre la oscuridad. La mecánica del juego, desarrollado por hombres, revestía, de este modo, un carácter fundamental para el devenir del mundo. Es muy probable que el sacrificio humano contemplara la magia que permitía apoyar la lucha de la luz contra la oscuridad.
Aprovecha visitar este centro ceremonial de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.
martes, 27 de abril de 2010
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