sábado, 24 de abril de 2010

En contacto con la naturaleza

Paseo al Parque Ecológico “El Palapo”

Ya habíamos escuchado de un lugar donde tienen muchos animales, sobre todo aves, y nos pusimos en marcha para conocerlo. No fue difícil dar con el Parque Ecológico el “Palapo”, ubicado en la localidad de Agua Zarca, en el Mpo. de Coquimatlán, Col. habilitado como Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (UMA)

En el año 2002 el Sr. Jesús Valencia Arceo y su familia comenzaron a recolectar aves de ornato de diferentes especies, muy pronto recibieron donaciones en gran cantidad por lo que tuvieron que hacer adaptaciones.

Enclavado en la comunidad de Agua Zarca, municipio de Coquimatlán, en una superficie de 11 hectáreas, se encuentra el Parque Ecológico “El Palapo”, el cual está propiedad de J. Jesús Valencia Arceo y familia.

El delegado de la Profepa, Eloy García Alcaraz, ratificó al propietario del parque todo el apoyo institucional, con la certeza de que realizan una excelente labor que le reditúa al medio ambiente y los recursos naturales mucho de lo que hemos perdido; de hecho, algunas especies se encuentran en riesgo, amenazados, y saber que pueden manejarse en cautiverio y lograr su reproducción da signos de esperanza para, en la medida lo posible, poder liberar aquellos que puedan incorporarse a su medio natural.

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En la comunidad de Agua Zarca, municipio de Coquimatlán, con un acceso sinuoso y prolongado, precedido de características inhóspitas, en una superficie de 11 hectáreas, se encuentra el Parque Ecológico “El Palapo”, el cual está habilitado como Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (UMA), propiedad de J. Jesús Valencia Arceo y familia.

A 2 kilómetros de la carretera que conduce al poblado referido, está el Parque Ecológico “El Palapo”, cuyo camino, desde su inicio, tiene una guía de señalizaciones que hace más fluído, seguro y directo el arribo, que conforme uno se va aproximando, crece el interés y la emoción por adentrarse a un espacio desconocido o al menos poco explorado, así como los “gritos desordenados” de los psitácidos, algunos agudos trinos y otros roncos graznidos.

El recóndito lugar, que está en pleno contacto con la naturaleza, cuenta con una gran variedad de fauna silvestre y exótica. Loros y guacamayas de vistoso plumaje y tucanes de enorme pico dan el sonido característico al parque, colorido mágico de los ejemplares que contrasta con el luminoso follaje y la vasta vegetación, así como con el riachuelo que atraviesa esta Unidad de Manejo.

A unos cuantos metros del ingreso a ésta, se yergue imponente el proyecto del aviario, que se encuentra concluida su etapa de colocación de la estructura metálica. Cuenta también con una sala audiovisual, un aula didáctica, áreas de descanso, área de reproductores, área de crías y baños públicos, siendo ocho personas las que laboran, testigos fieles de la estancia de tan sólo 12 mil aves, sin contar mamíferos y reptiles que cohabitan en dicho parque.

Se observaron en el sitio visitado cotorras cabeza negra (nandoyus-nenday), cotorras atoleras (aratinga), loro guayabero (amazona finschi), cocodrilo de río (acutus), cocodrilos moreletti, chivo enano, tucanes, loro cabeza azul, cotorrita de cuello amarillo, faisanes dorados (chysolophus Pichu), avestruces, un papión, jabalíes, mapaches, tejones, zorras, capibares, agapoinis, monstruo de gila o escorpión, víboras de cascabel, malcoas y otras especies.


LOGRO EN MATERIA AMBIENTAL

Es un gran logro de la familia Valencia Valencia en materia ambiental el hecho de crear en cautiverio los psitácidos, principalmente guayaberos, cotorritas atoleras, cabezas amarillas, loros cabeza azul y guacamayas. Y en mamíferos, tejones, mapaches y jabalíes, especies algunas que se encuentran amenazadas y otras en peligro de extinción.

Un buen número de animales asegurados por la Profepa, que han sido improntados, es decir, que perdieron su capacidad para vivir en su medio natural, han tenido como destino final el Parque Ecológico “El Palapo”. Mayoritariamente, el mantenimiento de las instalaciones y la atención integral de los animales ha corrido por cuenta del propietario y su familia, producto de un gran esfuerzo y dedicación, y aunque ha recibido algunos apoyos de los gobiernos federal y estatal, ha sido mínimo con relación con lo que han venido realizando. Asciende aproximadamente a 80 mil pesos mensuales el costo del mantenimiento en general del multicitado espacio.

PROYECTO DEL AVIARIO

Respecto a las condiciones del aviario, manifestó Jesús Valencia que mide 36 metros de frente por 50 de fondo, una altura máxima de 12 metros y una superficie de mil 800 metros cuadrados, que será reforestado con árboles frutales y que tendrá un laguito en medio que sirva de abrevadero y para poner algunos ejemplares como pichichis. “Eso es lo que se quiere hacer, a la hora de la hora pensando en el ciclo reproductor para que sea grande, para que la Profepa tome las previsiones, de lo que nazca qué se va a hacer, guayaberos, cotorritas atoleras y demás”.

Tras manifestar que la idea es tener todos los psitácidos juntos en dicho aviario, al respecto hizo saber que existen en México siete especies de psitácidos, de los cuales, dijo, cuatro habitaban o habitan de manera natural en el estado de Colima, “por lo que se busca pasarlos al aviario, tener un programa de reproducción y pasarlos al área de reproducción, las crías que nazcan conjuntamente con Semarnat y Profepa desarrollar programas para la liberación de especimenes a su hábitat natural para contribuir a la recuperación de las condiciones silvestres”.

CONVENIO CON LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN

Dio a conocer que se busca como proyecto de educación ambiental de la UMA concientizar a los grupos sociales, y para el efecto se estableció en fecha un convenio con la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado, a fin de traer grupos de alumnos de educación básica, darles pláticas en la sala audiovisual, hacer un recorrido para que aprendan sobre la importancia de no comprar pericos silvestres y tratar de frenar el comercio ilegal y la caza furtiva. El programa incluye actividades con comunidades cercanas para que desarrollen el manejo de granjas de aves y composta que permitan evitar la caza ilegal.

Subrayó que el aviario será similar y presumiblemente mayor al de Chapultepec, “para que los animales se sientan lo más libre posible, que se sientan seguros, tengan la certidumbre, porque ellos es lo primero que ven, complacidos, con capacidad para reintegrar a su medio natural en un momento dado. Que el animal se sienta confortable para que cada año se esté reproduciendo, sacando crías y ya los montos de éstas nos pondremos de acuerdo con la Profepa y empezar a hacer las liberaciones, pues no vamos a sacar nunca un provecho de la fauna”.

EN 2001 NACE PARQUE “EL PALAPO”

En este punto, recordó Valencia Arceo que nace el proyecto del seno de la familia, “pues siempre me han gustado los animales; a mi señora le dicen la cotorra, a mi la palapa y a mi suegro el cotorro. Empezamos en 2001. Compramos un pedacito de parcela, tres cuartos de hectárea, para tener una chachalaca, un choncho y una zorrita que queríamos tenerla en un lugar más amplio. Mis hijos me dijeron hay que comprar un pedacito y adquirimos un pequeño espacio y otra persona vio que era viable nuestra labor y nos pasó tres hectáreas, fiadas, y ya se hicieron cuatro, que es donde están los ejemplares. Gracias a Dios la gente ve que nuestra labor es social. El lugar consta de 11 hectáreas, siete plantadas de árboles.

Afirmó que ha tenido que sacrificar su tiempo para dedicárselo a los ejemplares. “Mi familia está ganosa de ir a la playa, tenemos como 20 años sin ir a la playa, pero sabemos que algún día habrá chanza, con mis hijos no podemos hacer el tiempo sociable, si uno cumple años, que se va a hacer fiesta, pues no, no existe para nosotros, pues los recursos van para mantener a los animales. Si tú tienes un animal en cautiverio, hay que atenderlo, él no va a saber si es tu cumpleaños y por eso vas a castigarlo de no darle de comer ese día”.

Agregó: “Mi mujer tiene en pie, que tiene seis años que no viene a este lugar, que cuando quiera venirse que haya ya una castita dónde quedarse para poder atender a los animales. Cuando venga se va a sorprender de lo que halle aquí. Ella quiere que la fauna exótica suplante a la fauna silvestre, ya que la primera es más sociable.

“Ella no se preocupa tanto por nosotros y sí por los animales. Primero les da de comer a los ejemplares. Gracias a Dios es un vicio que tenemos toda la familia, es un vicio que une a la familia y hay otros vicios que desunen, destruyen, desintegran familias, y éste nos tiene unidos, trabajamos por la misma causa y nos tiene confortables. Hay que darle trabajo a nuestras autoridades para que nos ayuden para que empiecen a recuperar los ejemplares para su liberación y buscar en un momento dado su comercialización para que pueda ser sustentable”.
Indicó que a la vuelta de unos años, espera ver el proyecto del parque sirviendo a los niños como instructivo o educativo. “Quiero hacer esto toda mi vida. Ellos (los animales) nada más viven el día, comen, beben agua, y nosotros pensamos en el futuro. Ellos viven el día, el momento”.

Hizo del conocimiento que el aula didáctica tiene una capacidad para recibir sentados 70 niños, con dos o tres grupos escolares, y aclaró que aún falta equiparla, el proyector, el cañón, la computadora y, el equipo de sonido, por lo que hizo un llamado para que lo respalden en tal sentido: “Ustedes saben que hay muchas organizaciones que apoyan a nosotros los humanos, ojalá que hubiera alguien también que ayudara a los animales silvestres, que no tienen la culpa, pero ellos lo están padeciendo. Nosotros hemos estado cambiando todo su hábitat, aislándolos de muchas cosas, los estamos poniendo en lo más inhóspito”.

Consideró importante hacer la invitación al sector empresarial a que invierta en este proyecto, “pues la actividad y la capacidad del sitio está siendo rebasada por la necesidad; los animales requieren espacios más amplios, sobre todo la especie dominante necesita alojamientos adecuados y que haya manera que los demás se puedan retirar de éste en un momento dado”.

CONVENIO CON LA UDEC

Informó que se presentó el proyecto a la Universidad de Colima, y ésta aceptó hacer un convenio consistente en que los estudiantes hagan sus prácticas profesionales en el Parque Ecológico “El Palapo”, con el objetivo de que participen los alumnos de las carreras de Biología y Veterinaria en el programa de educación ambiental y en el aviario, “ya que el parque es lugar con bastante potencial”.

Tras referir que el propósito es que el Parque Ecológico “El Palapo” se integre como un eje de ayuda a las UMAS del estado, trámites que deben hacer ante la Semarnat, Valencia Arceo indicó igualmente que buscarán apoyos por parte del Patronato de la Vida Silvestre, tal como lo hace como el Tortugario de El Chupadero, en Cuyutlán.

ORGULLO, LOROS CABEZA AMARILLA

Para J. Jesús Valencia Arceo, un logro del cual se siente orgulloso y que le ha dado mucha satisfacción, aparte de que han logrado reproducir muchas especies, son los loros cabeza amarrilla, y al respecto reveló que el año pasado se reprodujeron ocho, “y trataré de hacer un grupo más grande para liberarlos porque ya está extinto”.

SU FAMILIA, RESPALDO INVALUABLE

El propietario del Parque Ecológico “El Palapo” está casado con la señora María Martha Valencia Ruiz, originaria de Comala, y tiene dos hijos, Alain Christopher y J. Jesús Valencia Valencia. Abundó que él no es originario de Coquimatlán y que llegó hace 21 años, “pero estoy haciendo algo por el municipio, que a lo mejor en algún tiempo trascienda al estado, a nivel nacional o lo que sea, pero estamos haciendo algo que nos corresponde, no porque sea negocio, sino lo fuera, estoy seguro que donde quiera hubiera. Y porqué no me abro a las inversiones, porque cualquiera que quiera invertir te va a decir cuánto quedó en quince días o en un mes, y la verdad no es así, es un proyecto a cinco o seis meses para que empiece a haber algo”.

Recordó, finalmente, que un día unas personas de Coquimatlán le dijeron que si era negocio lo que hacía “y contesté que la verdad no sabía si era negocio, pero que se tenía que invertir y sacar adelante todo”. Reiteró que para él era un vicio lo que hacía, “pero lo tengo con toda mi familia, si hubiera agarrado otro no estuviéramos así, es un gusto familiar. Estar así ya es una ganancia, estamos como estamos hay que darle gracias a Dios y seguir”.


APOYO INSTITUCIONAL DE LA PROFEPA

El delegado federal de la Profepa, Alberto Eloy García Alcaraz, ratificó al propietario del parque todo el apoyo institucional en el proyecto, con la certeza de que realizan una excelente labor que le reditúa al medio amiente y los recursos naturales mucho de lo que hemos perdido; de hecho, los psitácidos se encuentran en riesgo amenazados, y saber que pueden manejarse en cautiverio y lograr su reproducción, dan signos de esperanza para que, en la medida lo posible, poder liberar aquellos que puedan incorporarse a su medio natural”.

Con la visita al Parque Ecológico “El Palapo”, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente continúa con el proyecto de dar a conocer todos aquellos casos de éxito relativos al cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, llevados a cabo por empresas o particulares, como es el caso de esta UMA, que reproducirá en sus instalaciones especies de psitácidos que se encuentran en riesgo o amenazados y que dada las condiciones de crianza se aseguran en un buen porcentaje, para que al ser liberados se incorporen sin problemas mayores a su medio natural.

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