miércoles, 10 de febrero de 2010

UN DÍA DE PESCA...


Después de preguntar al Pediatra, a las abuelitas, a las tías, a los primos y a todo el que se dejó, llegó el tan ansiado día de ir de pesca y llevar al pequeñin de tan solo 3 años a su primer encuentro con altamar.

Muy de madrugada nos levantamos para dirigirnos al puerto de Manzanillo, aún con la obscuridad salimos mar adentro. Sol, brisa, agua (mucha agua decía Diego), peces –aunque muy poquitos- y unas cuantas tostadas de ceviche fueron el marco de un gran día de pesca.

Ese día, nos dimos cuenta que para estar en altamar no hay edad y que los pequeños disfrutan de ese contacto con la naturaleza al igual o más que los adultos.

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